El estilo geométrico combina formas, líneas y simetría para crear piezas visualmente impactantes y únicas. Puede ser abstracto o integrar animales, flores u objetos en estructura geométrica. En todo atiende al flujo del cuerpo, por lo que requiere precisión para que no quede desalineado con el movimiento del cuerpo.
Tiene un estilo visual único, ya que persigue la armonía y el equilibrio; y transmite limpieza, fuerza y orden con una estética sofisticada.
Aunque hoy se ve como un estilo moderno, las formas geométricas en tatuajes tienen un origen ancestral.
Culturas como los mayas, egipcios, griegos y celtas ya usaban símbolos geométricos como representación de la naturaleza, la matemática sagrada y la espiritualidad.
En la Polinesia y entre pueblos indígenas también aparecen patrones geométricos como elementos de identidad.
En el tatuaje contemporáneo, el geométrico empieza a cobrar fuerza en los años 90 y 2000, influenciado por el blackwork y el dotwork, y hoy es uno de los estilos más populares en Europa y América.
Muchas figuras usadas en este estilo vienen de la geometría sagrada:
El Cubo de Metatrón contiene todas las formas geométricas fundamentales del universo.
La Flor de la Vida aparece en templos egipcios y es considerada un símbolo universal de creación.
Hoy existe incluso el “fractal tattooing”, inspirado en matemáticas avanzadas y gráficos digitales.
Suele utilizar negro sólido lo que le aporta gran durabilidad y buen envejecimiento.
Es un estilo muy versátil porque luce bien tanto en diseños pequeños como en proyectos grandes, combinando en armonía el minimalismo moderno con la espiritualidad.
Requiere altísima precisión técnica ya que cualquier desviación en la línea rompe la simetría.
Puede resultar doloroso en ciertas zonas, y se considera menos expresivo a nivel emocional.