El handpoke, , también llamado stick and poke, es probablemente la forma más antigua de tatuar.
Es una técnica artesanal en la que el tatuaje se realiza sin máquina. Se moja una aguja en tinta y se introduce, pinchando a mano, punto a punto, en la piel.
Hay registros en culturas milenarias: Egipto (la momia de Amunet, ~2000 a.C.), las islas del Pacífico, pueblos nórdicos y tribales.
El tatuaje más antiguo documentado en la historia, el de Ötzi, “el hombre de hielo”, de más de 5.000 años, era a handpoke: tenía 61 pequeños tatuajes hechos de puntos y líneas en la piel, posiblemente con fines terapéuticos o rituales.
En tiempos modernos resurgió como parte de la contracultura punk y DIY (hazlo tú mismo) en los 70–80, sobre todo en cárceles y colectivos alternativos.
Hoy en día vive un renacimiento artístico con tatuadores especializados que lo ven como una práctica íntima y meditativa.
son menos intrusivos para la piel, por lo que sangra menos y facilita la cicatrización, es decir, el tatuaje cura mejor y más rápido
la técnica produce menos ruido y vibración que una máquina, por lo que la experiencia es más relajada
duelen menos, ya que la aguja no penetra tan profundo ni rápido
es perfecto para sombras, degradados, puntillismo y diseños pequeños
tienen un encanto único
se cura igual que un tatuaje a máquina
estilo único e imperfecto, perfecto si buscas autenticidad
es un proceso más laborioso y requiere más tiempo, por ello, suelen ser diseños más sencillos y/o pequeños
menor homogeneidad, las líneas son más suaves
se mimetizan mejor con la piel
se mantienen mejor con el paso del tiempo
el trazo es más orgánico y personal
atenticidad, intimidad y ritual, al ser más artesanal, es más personal, consciente, incluso espiritual
una expresión de identidad alternativa alejada del tatuaje convencional de estudio
una estética minimalista o con aire primitivo y
rebeldía, ya que está asociado a lo underground, contracultural y fuera de lo comercial;
o simplemente si tienes curiosidad y quieres probar algo nuevo y diferente.