El tatuaje maorí y el tatuaje polinesio suelen confundirse, porque tienen bastantes rasgos comunes, pero también distinciones claras, así que los vamos a comparar.
Ambos son tatuajes con mucho valor simbólico y estético, que siguen la forma del cuerpo para integrarse con la musculatura.
Hoy en día muchas personas lo eligen para transmitir fuerza, conexión con la naturaleza y los ancestros, protección, identidad tribal y respeto por las raíces culturales y sociales.
Estos estilos se inspiran en los tatuajes tradicionales de las culturas maorí y polinesia, donde cada línea y símbolo tiene un significado: fuerza, familia, protección, conexión con la naturaleza...
Es una práctica ancestral en islas del Pacífico como Samoa, Tonga, Hawái, Tahití, Islas Cook.
La palabra “tatau” viene del samoano y significa “golpear” o “marcar”, ya que el polinesio clásico usaba peines de hueso y martillos.
Los tatuajes eran un rito de paso, símbolo de estatus social, genealogía y conexión espiritual. Los guerreros y líderes estaban cubiertos casi por completo de tatuajes rituales.
Es la variante propia del pueblo maorí de Nueva Zelanda.
El maorí original se hacía escarificando la piel con cinceles de hueso; se esculpía la piel en lugar de perforarla.
Cada diseño representaba la tribu, el linaje, los logros personales y el rango. El rostro era la zona más sagrada: el moko facial reflejaba el estatus de la persona.
El polinesio sigue patrones geométricos repetitivos como líneas, triángulos y formas dentadas para cubrir grandes superficies corporales (torso y piernas).
Cada símbolo tenía un significado: tiburones-protección, lanzas-valor, sol-vida, océano-más allá, etc.
El maorí utiliza diseños más curvilíneos y espirales, con formas que recuerdan al koru: espiral de helecho. Son tatuajes mucho más orgánicos y fluidos que el polinesio clásico; y están fuertemente ligados a la identidad personal y espiritual del portador.
Son muy potentes visualmente, transmiten fuerza y carácter.
Se adaptan al cuerpo, ya que fluyen con la musculatura y la anatomía.
Tienen gran durabilidad, puesto que las áreas negras sólidas y grandes envejecen mejor que otros estilos.
Conllevan alto compromiso cultural, ya que usar motivos o símbolos sin conocer o respetar su significado puede generar divergencias.
Aunque actualmente son menos dolorosos, siguen siendo piezas muy grandes, lo que también los hace poco discretos y requieren mucha superficie corporal para apreciarse.
El tatuaje samoano masculino tradicional se llama “Pe’a” y cubre desde la cintura hasta las rodillas; tardaba semanas en completarse y solo los hombres que aguantaban el dolor sin rendirse eran considerados dignos.
En la cultura maorí, el moko facial era tan único que funcionaba como firma personal, y algunas personas firmaban documentos oficiales dibujando su moko en lugar de escribir su nombre.